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jueves, 3 de junio de 2010

DEJALO SER...

Este último verano en el periódico apareció tu foto en donde estabas con decenares de palabras atacándote. Me di cuenta que nada ha cambiado, nuestro mundo sigue girando. Imagina que los signos nos han perseguido por todo el universo y curiosamente nos han vuelto a juntar. Sin pensarlo ni meditarlo sin planearlo y ni quererlo. Ahora estas ahí en mi puerta golpeando tres veces como lo hacías antes. Sorpresivamente los pájaros cantaron de nuevo a la luz del alba, acompañando el resonar de la frase “nada ha cambiado, déjalo ser”. Corrí hacia vos, y te susurre al oido -“déjalo ser”-.

Diez años sin verte, las marcas de la vida y las respuestas halladas nos han hecho pensar diferente. “Hemos madurado” has dicho irónicamente, mientras yo sonreía, y me preguntaba si estarías ahí la mañana siguiente. “¡No lo pienses, decilo en voz alta!” dijiste seguro de vos mismo, yo solo atine a quedarme en silencio por algunos minutos, “caminemos” surgió de vos. Por los siguientes minutos ninguno se atrevió a hablar, hasta que nuevamente tomaste la palabra.

- “Un mágico sueño me ha dicho que nadie mas que vos quiere saber de mi, y recordé tu voz, tus palabras, esas locas ideas que creabas para hacerme sonreír. Fui un tonto por no ver en tus ojos lo tanto que me querías como para dejarme ir. A nadie le gusta que le digan lo que hacer pero lo necesitaba de vos.” Dijo él.

- “No hacia falta, no me hubieras hecho caso. Recuerdo que me dijiste que nunca te olvide, te aseguro que has estado presente siempre en mi. Me has enseñado el camino y sola lo continué. Caí y me levante a mi manera, a veces feliz, a veces llorando. Intente hacértelo saber, pero nunca te hallé.” Dije temblorosa.

-“No, me asegure que asi fuera. Despues de mucho tiempo me di cuenta que nadie escucha el idioma del amor pero en tu mirada lo veía y lo ignore.” Murmuro sin levantar la mirada del suelo.

-“Déjame decirte que ahora nada es como era, no me lo dejaste fácil cuando te fuiste. Se han caído muchas hojas de los árboles, y aun así pasa el tiempo. Nunca intentaste comunicarte y pienso que esta bien aunque era fácil hacerlo. Sé que lo nuestro fue real pero no fue para siempre. A veces pienso que era una ilusión en donde estaban todos equivocados y nosotros seguíamos juntos. Pero no fue así, la equivocada era yo.”

-“Tómame ahora que soy mejor persona ya tienes mi corazón, no tengas miedo podemos empezar de nuevo. Lo siento en nuestra piel, esta vez será mejor. No cargues todo el peso en tus hombros. Encontraremos la forma de que esto funcione, búscalo en el fondo de tu ser y veras que me quieres a tu lado. Sé que he sido un tonto pero sé que puedes perdonarme. No me digas que no me quieres de vuelta, recuerda lo que pasamos y desde ahí arrancaremos.”

-“¿Y vos que sabes si puede funcionar?, los dos conocemos el mundo y sabemos lo que podemos construir y destruir a la vez. No puedes pedir soluciones así de fácil, dejar diez años en pausa y volver como si nada. Siempre has creados tus reglas, pero ahora no actúan sobre mi.”

-“Es necesario que escuches mi historia para comprender mi decisión. Había una muchacha de la cual me había enamorado, empezamos a jugar con rimas y el tiempo paso sin saber como. Ella sabía lo que yo era, me conocía como ninguna otra… miedo si tuve mucho miedo. Le dije que quería pasar mi vida a su lado, pero sabía que debería vivir a su modo antes. Me aleje despacio, pero nunca perdiéndola de vista. Puedo enumerar las veces en las que te vi pasear por la ribera. Te amaba como nada en el mundo, pero mis pensamientos dominaron mi razón. No había escapatoria, si no desaparecer. No deje de leer tus historias, siempre me percate de seguir conociéndote más. No es casualidad que haya aparecido ahora, ya estaba todo predestinado. Mi vida te rodeo a vos.”

-“Espere mucho tiempo para volverte a ver, siempre era lo mismo, solo ganaba llorar. Creí que ese muchacho nunca se iría de mí. Nublaste mis ganas de cambiar, escuchaba a la gente decir que mi vida había volando. Cuando te vi zarpar de aquel barco, sentí a mí alrededor miradas amenazantes desde ese entonces nació la culpa en mi. Después de años reconstruí lo poco de entusiasmo que tenía guardado, y sin quererlo alguien me cedió su mano. Es el día de hoy que le agradezco por acompañarme”.

-“Eso lo leí en algún lado, la princesa se casó con el sapo, te acordas que te prometí volver a rescatarte, y aquí estoy"

- "Que casualidad mas cruel, justo ahora que no necesito rescate"

- "¿Dudas acaso de mi amor para no arriesgarte? ¿Acaso no sabes cuanto te amo?"

-“No hace falta saberlo sino sentirlo.- lo abrace y le dije al oído- yo también te amo, pero lo nuestro no es estar juntos.” Lo bese en la mejilla, di media vuelta y seguí mi camino.